domingo, 22 de febrero de 2009

16/2/2009 - Bariloche

La arqueología del alma puede definirse como una búsqueda incesante pero que se realiza en determinados momentos del tiempo de uno, y consiste en delimitar bien primero el terreno del alma de uno (para no perderse en una búsqueda en otras almas, vio), luego marcar una cruz en un lugar equis y comenzar a excavar. Quizás pasen varios días o meses sin encontrar nada, a veces el alma contiene sus secretos en las más bajas profundidades, y en otras ocasiones uno encuentra cosas rápidamente en la superficie.
La parte que sigue es la más difícil, porque inmediatamente se comienza a remover la tierra lo que primero surgen son palabras y frases que saltan hacia el aire, y uno tiene que escuchar sagazmente porque se vuelan muy rápido y no vuelven. Esos primeros hallazgos son muy importantes, ya que las palabras si bien son instantáneas luego perduran si son bien escuchadas y pueden guiar la búsqueda posterior y/o resignificarla continuamente.
Cuando se empiezan a encontrar cosas, es decir objetos concretos, sobreviene la tarea de la cuidadosa selección, seguramente luego de barrer bastante polvo uno ve una enormísima cantidad de cosas en su alma que quién sabe de dónde vienen o cómo quedaron enterradas allí. Si uno siente que las cosas encontradas no le sirven o no le pertenecen bien puede desecharlas, pero con cuidado: es de mal augurio arrojarlas así sin más, ya que pueden encrustarse en otras almas cercanas y provocar un desorden álmico con consecuencias atroces. Por este motivo, los expertos recomiendan recolectar los objetos a desechar en una bolsa orgánica y prenderlos fuego en tierras libres de almas, siempre con un pañuelo que cubra la cara, porque los humos de los objetos que se están quemando pueden volver a penetrar por la nariz de uno y así sería todo una pérdida de tiempo.
Seguidamente, se procede a recolectar las cosas que se quieren conservar, y para esto puede uno colocarlos en cualquier baúl, mochila, cofre, valija o recipiente que funcione como portacosas. A veces sucede que a uno no le entran las cosas en su portacosas elegido, por lo cual los expertos recomiendan utilizar más de un criterio de selección y ser absolutamente sincero dejando de lado las ambiciones sin fundamento. Otras veces uno se entristece porque cree no encontrar nada de valor como para recolectar, pero ante esto no hay que desesperar, y tener en cuenta que a veces la búsqueda es más larga pero no por eso más infructuosa, y uno termina encontrando pocas cosas pero de gran tamaño y no queda otra que donarlas directamente a un museo de reliquias álmicas, el cual posteriormente suele ser visitado por mucha gente que suele ir a contemplar los objetos preciados del alma de uno, y ahí tiene, usted que pensaba que su alma era una porquería, ahora es un tesoro ansiado por tantos seres!
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12/2/2009 - Río Gallegos

Inés,
paloma que emprende vuelos y viajes
Inés, paloma de la paz
paloma de ilusión
paloma de pasión militante
Inés que prosigue y persigue siempre sueños
Inés amor que se desgrana entre tantas manos
Inés gota de lluvia que cae sobre las frentes
para rociarlas de felicidad fresca

Inés,
ave del alma
plumas brillantes que planean al sol
Inés, una película que te mueve por dentro hasta regurgitar de emoción
Inés, sonrisa siempre dispuesta
Inés, artesana de la vida en macramés de esperanza

Inés, te quiero tanto
te quiero Ine, amiga
paloma mensajera de la alegría
te quiero.
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5/2/2009 - El Calafate
A Luján, que impulsó esta arqueología del alma

Amaneciendo
en el túnel de los ojos de un cóndor
todo esto es como un presagio perpetuo de paz azul

pupilas que no pueden dejar de mirar
y se abren tanto
siento que el mundo tiene tanta fuerza como tus labios
y las palabras que cuelgan en tu árbol
se desprenden como mariposas
espantando todo mal
cada dolor del monte

quiero ser la arqueóloga de tu alma
barrer todo el polvo y excavar
suavemente en tus terrenos áridos
esculpirte hasta llegar a los tesoros escondidos
a los secretos misterios de tu vientre renaciéndose a sí mismo

vaciarte hasta encontrar aquella luz lejana
esa que te iluminó las flores remotas
del hueco que te acunó

y encontrar y encontrarte
para buscar y buscarte

y poder decirte entre lágrimas
que nunca encontré nada en ningún lugar
que siempre encontré,
para encontrar
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7/2 - El Calafate

Conversación flash fliying, o flashing fly, no sé ya, pero fue escrita en una tarde en el lago mientras tomaba mate y escuchaba música y de a ratos leía a Cortázar, que me acrecentó el fly aún más con su texto sobre el pre-eco que se escucha con auriculares en algunos vinilos (claro, como un eco puede ser pre? tiene que ser pos, pero este era un pre-eco y se entendía y aceptaba perfectamente) y sobre la mujer que estaba escuchando música con auriculares, me sentí siendo esa mujer, haciendo esas expresiones que surgen cuando se escucha música con auriculares y los demás te ven y no pueden sentir el por qué esa cara pero saben que es por la música, pero lo mío fue todavía más fuerte porque no solamente ponía expresiones faciales en relación a la música, sino además se sumaban las que me provocaban leer ese texto de Cortázar que hablaba de las expresiones de una mujer que escucha música con auriculares mientras yo misma estaba escuchando música con auriculares... Bueno, como verán, un verdadero flasinhg fly, y así escribí esto:

Cielo estaba sentada en un banco de un jardín de un hotel, escribiendo. Se acerca un botones, y luego de llamarla insistentemente, diciéndole "¿Señora? ¿Señorita? ¿Señora? sin obtener respuesta por parte de Cielo, se acerca y le dice:

BOTONES: Disculpe, ¿usted es del hotel?

CIELO: Disculpado, pero no. Por ahora soy de mí misma.

BOTONES: ¿Me podría decir en qué habitación está?

CIELO: Estoy en la habitación de la luz.

BOTONES: Dígame el número por favor.

CIELO: El número por favor. Pero no veo adónde vamos a llegar con esta conversación.

BOTONES: Señorita, voy a tener que llamar a seguridad.

CIELO: Hace rato que la andan llamando, pero la siguen buscando en los lugares equivocados.

BOTONES: Va a tener que retirarse de este lugar.

CIELO: Todavía no me tiré, no veo por qué tenga que re-tirarme de ninguna parte.

BOTONES: ¡Váyase! ¡Váyase por favor!

CIELO: No entiendo por qué mi presencia lo perturba tanto. ¿Lo conozco de algún otro lado?

BOTONES: Señorita, no me obligue a llamar al conserje.

CIELO: ¡Qué ofensa! Yo nunca lo obligaría a hacer nada, es usted quien está intentando imponer desde hoy su voluntad exigiendo que renuncie a la mía. Por otro lado, quizá me interese conocer al conserje, sobre todo si es más simpático que usted.

BOTONES: Bueno, ya no voy a intentar nada más con usted, aténgase a las consecuencias que ahora tendrá.

CIELO: Ya me iba a atener a esas consecuencias aún sin que usted me lo hubiese recordado. No nos queda otra que hacer eso. ¿No cree usted que los caballos mansos sienten unas ganas incontenibles de rebelarse cuando están en una doma?

BOTONES: Nadie está hablando de eso, señora, ¿podría simplemente alejarse de mi vista de un vez?!

CIELO: ¡Epa! ¡Hasta recién era una señorita! ¿En qué momento pasé a ser una señora? ¡Tienen que avisarle a una antes de que sucedan ese tipo de cosas!

BOTONES: Señora... Señorita... ¡Lo que sea! ¡Andate de acá!

CIELO: ¡Ja! ¡Primero de señorita a señora sin previo aviso, y ahora que supuestamente soy una señora, me tutea! ¡Tiene usted un desorden realmente extraordinario! (se ríe).

Viene el conserje. El botones se va haciendo gestos como de alguien al que le comieron mucho la cabeza.

CONSERJE: ¿Algún problema?

CIELO: Por fin una pregunta coherente. Pues sí, con el señor que se acaba de ir estábamos por un lado, con el problema de la rebelión de los caballos, y por otro intentando desentrañar la razón de ser de su concepción del ciclo evolutivo de la vida, que está un poco trastocado.

CONSERJE: ¿Es usted de este hotel?

CIELO: Ni de éste ni de ningún otro. No veo por qué la necesidad de pertenecerle a alguien o a algo.

Continuación, 10/2, en Río Gallegos.

CONSERJE: Señorita, tiene que irse, este es un predio privado.

CIELO: ¿Privado de qué? Lo único que veo que le haría falta es un poco de gente que no se inmiscuya en la cuestión de una cuando quiere sentarse a escribir tranquila a la luz.

CONSERJE: Lo que quiero decir es que el predio le pertenece al hotel.

CIELO: Pobre predio, no supo qué hacer con su libertad. Pero quién sabe, quizás pueda cambiar de opinión , como los caballos mansos. Creo firmemente en la desdomesticación. Puedo verlo a usted con ese traje pero más contento en algún circo, jugando con un elefante de papel o simplemente sentado acá conmigo impulsando mi escritura en lugar de intentar que me vaya sin ninguna razón específica.

CONSERJE: La razón específica es que usted no puede estar aquí.

CIELO: Ya ve que realmente puedo estar y estuve estando plácidamente hasta que vino su amigo y luego usted.

CONSERJE: Eso que dijo de mi traje, ¿por qué lo hizo? ¿Parezco ridículo no?

CIELO: No se ofenda, adoro la ridiculez, en verdad lo único que quise decir es que se vería más feliz si su escenario fuese un circo y no un mostrador lleno de llaves que nunca va a usar para sí mismo, y quizás también ahí su traje le sentaría mejor.

CONSERJE: El problema es que no poseo las habilidades que se requieren para trabajar en un circo. En cambio aquí puedo cumplir con las tareas en las que soy necesario.

CIELO: Veo en su discurso varios inconvenientes. En primer lugar, esa necesidad suya de "cumplir tareas" que, aún desconociéndolas me parecen -permítame redundar- enajenantes. Y segundo, no se trata de poseer habilidades, como tampoco de pertenecer a un otro ente quién sabe por qué. Lo que usted llama "habilidades para el circo" no son pertenencia de nadie, podría simplemente dejar que entren en usted como las llaves en las habitaciones paralelas entre las que circula día y noche. Ninguna de esas réplicas puede ser la habitación verdadera, por eso a mí me gusta estar en la habitación de la luz, son todas únicas, vi una en este lugar y pensé en ocuparla unos instantes, dejarme entrar en ella como flores recién cortadas en un jarrón de agua fresca. Creo que ya es tiempo de irme ahora, le agradezco, su cuestionamiento subjetivo volvió a impulsarme a seguir el camino.

CONSERJE: ¿Ya se va? Espere, quédese un momento más.

CIELO: Ahora quiere que me quede, jaja. Bueno, a veces uno se pasa buscando justamente lo que no hay, pero sea un poco más original, le pido. Ahora ya no tengo por qué quedarme, a menos que quiera algo de mí que pueda darle en este instante.

Continuación 11/12, en Caleta Olivia, yendo a Esquel.

CONSERJE: No... Sí... Eh... ¿Usted conoce algún circo por acá cerca? No, deje, no vale la pena.

CIELO: Permítame disentir, la pena vale, vale mucho, sobre todo cuando es una pena verdadera, se puede sentir como la luna roja saliendo del mar, se puede caminar sobre ella como por el caminito de la luz de la luna sobre el mar, desde la orilla hasta el horizonte de la pena... Y la pena puede mover, puede ser la fricción entre los engranajes y llevarnos en otra dirección; cuando se vive una verdadera pena, uno ya casi no puede volver a vivir sin sentir, y el vivir del sentir -para mí- es la mejor vida. Conozco algunos circos por acá, pero creo que sería mejor que salga a caminar y los descubra usted mismo. Como quiera, si lo prefiere le indico el camino.

CONSERJE: No, deje, voy a seguir su consejo, ya estoy bastante confundido. ¿Usted cree que se me va la mano si renuncio ahora mismo?

CIELO: ¡Pero hombre! ¿Cómo se le va a ir la mano? ¡Qué cosa tan absurda, las partes del cuerpo de uno no se van así como así! Con razón no hizo algo como esto antes, con tantos miedos inconcretos. Ya tenemos bastante con los temores verdaderos como para que usted invente otros, cuando hablé de originalidad me refería a otra cosa, señor.

CONSERJE: No, señorita, lo que quise decir es si sería demasiado rápido, apresurado, arriesgado, dejar todo ahora, renunciar así como así.

CIELO: ¿Y qué tiene que esperar, a que se vaya el último huésped? Lo único que podría llegar a pasar si renuncia ahora es que a otros empleados también les den ganas de hacer lo mismo, como si estuviéramos en una doma de hombres y los domados se rebelen y empiecen a galopar con los puros embistiendo todo el predio. La otra gente, en cambio, la que siga aquí, mansa, domada, seguramente se sentirá furiosa y frustrada, pero ese es el precio que hay que pagar, por la libertad o por la prisión.

FIN PROVISORIO.



30/1 - El Calafate

Poema al Lago Argentino

Lago
tu voz es libre
sabés que nadie decidirá tu lugar
Lago
te mostrás como un monstruo de agua
enardeciéndonos con tu libertar para ver
Lago
tu multitud no es sumisa
tu poder se asienta en tu perpetuidad
Lago
embudo de pasión
hasta la gota última.
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2/2 - El Calafate

Poema al Glaciar Perito Moreno

Acumulación de resplandores
a través de los siglos de los siglos
tu brillo, glaciar, me mueve el alma
y la refracta contra todo vos
en un rebote perpetuo

Reverberación de luz y estruendo en el aire
penetrante en todas las entrañas que te miran
y vos, te dejás observar como un niño
te dejás contemplar como el amor perdido

Es tan gigante el peso de tu imagen
que me fundo en vos por tu grieta azul
y me dejo calma en la decisión de tu deseo
de desprender pedazos de mí hasta llegar al suelo
de mi montaña de origen.

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9/2 - El Calafate, último día

Con las palabras lindas del circo que me dejó Mala Praxis

Quiero saltar la pirueta de nuestro encuentro
desde el trampolín del ilusionista que atrapa sueños
del arlequín aquel
y los acróbatas nos van a sostener
ellos nos van a sostener en los malabares de la vida

Y como transhumantes del alma
volaremos en los trapecios del amor verdadero
ese amor que bascula fuertemente y pasa de mano en mano
zigzagueando en triciclos diminutos

Nos veremos entre las bambalinas itinerantes
entre volteretas y carruseles llenos de niños sonrientes
y cada asombro nos devolverá nuevamente a la caravana de la búsqueda aquella
la del equilibrista en la cuerda floja
arriesgada tenue de fuertes latidos

y nuestro empresario sera todo sueño infantil
y nuestra trastienda un hermoso jardín
en donde florecen las lentejuelas de las buenas cosas

hasta que la coreta lo diga.

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15/2 - Bariloche

A Inés, Frida y principalmente, a Luján

Posible reggae

Tengo que meter el corazón en lavandina
este corazón que está tan sucio
este corazón que está tan negro
este corazón con tan poco color
lo tengo que meter en lavandina

para que pueda volver a ser
que pueda reflejar arco iris
prismas multicolor
y ser un corazón caleidoscopio
que no pare de girar

una palangana de ganas voy a llenar
con mucha lavandina y meter este corazón
y dejarlo remojar y remojar

ayudame ayudame ayudín
ayudame a limpiar este corazón
ayudín ayudame ayudín
a limpiar este corazón

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17/2 - Ultimo escrito, en el micro volviendo desde Bariloche

-Conocí una vez a un psicólogo especialista en arañas.

-Ah sí, yo fui psicólogo de arañas un tiempo, pero después pasé a ser psicólogo de hombres (previamente fui psicólogo de gatos y de caballos mansos). No fue tarea fácil con esos seres de octuples patas, sabe usted, las arañas son unos seres de lo más susceptibles, sus llantos son como cascadas y se quejan todo el tiempo del temor que generan en tantos seres, sobre todo en los humanos.

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28/1 - Pasando por Puerto Madryn

En el mar inmensamente furioso de Madryn
trabajadores también se quejan en Madryn
de los empresarios que se enriquecen a su costa
en las costas de Madryn
en el mar inmensamente agitado
nuestros cuerpos se llevan en el huracán
blanco y terrible nos duele en la piel
en el mar inmesamente apasionado de Madryn
nos volvemos tan sur
nos volvemos Madryn
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2/2 - El Calafate

Siento corazones abarrotados de esperanzas tan difusas como el amor instantáneo y eterno. Una ilusión, presagio de otra ilusión futura, me veo en otros ojos y espero, para seguir esperando.

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6/2 - En el Cañadón, El Calafate

Entreveo, entresiento
todo lo que nunca pude ver y ahora veo
entreveo entre las nubes y el sol
aquella luz que no me deja enceguecer

Veo las flores, veo la tierra
veo todo el cielo que se deja contemplar
como el agua que corre entre las piedras veo
veo todo y no puedo parar de mirar

Entreveo, entresiento
veo entre lo que veo y no puedo dejar de ver
tanta gente perdida entre la desolación
hoy quisiera que todos puedan ver lo que entreveo

Aguaciles de presagios que se vuelven día
burbujas que viajan y que siguen sin parar
tanto amor por la tierra no me deja dejar de ver
la vida entre la vida, la luz en el agua

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12/2 - Esquel, después del encuentro con Juan en Los Alerces.

En el lagomar de los Alerces
las nubes quieren empujar a los cerros vanamente
y lo siguen intentando como el agua en el colador

ellos no les dicen nada, disfrutan de esa
presión superflua, de la caricia furiosa
del roce tan suave y blanco

hasta que de repente saben
que no pueden vivir sin ellas
y les arman huecos para que se detengan y se derramen
y así poder sentirlas mejor

las nubes-lluvia aceptan nostálgicas su redentora conversión
en líquido para fundirse con el cerro
recorrerlo suavemente hasta su base final
y caerse en el lago

y así finalmente, cumplir su destino primero
ya capaces de salpicar a los cerros mismos tan salvajemente
y con el viento
y ahora cíclicamente
quitarles partes a ellos
para llevárselos al fondo azul
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14/2 - El bolsón

Canción reggae, fue una sobredosis muy alta en la plaza con Pablo y Seba.

Solamente quiero respirar de tu luz
solamente quiero removerme en tu verdad
aquella niña azul
aquel paisaje que va a volar

quiero un flor que se abra siempre al sol
que levante el caminar de tus pies
que se desprenden en libertad
y que se flotan en el aire
cuántas construcciones que nos tapan el cielo
cuántas cajas feas que nos tapan el sol
no me quiero olvidar de todo el suelo natural
de nuestra tierra primera originaria
que no se esconde y se muestra tan leal

no pierdas nunca esa libertad
la que la tierra te brinda
la que la tierra te da
sal a caminar
sal a respirar la luz

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Otra pero en Calafate, el 7/2

Real como la luz
real como el sol
retazos antiguos se unen
formando la bandera de hoy

contienen sueños latentes
que se retejen con hilos nuevos
y flamean con vientos grandes
y nos llevan a viejos tiempos

tiempo de los triciclos, de los viajes de luna
tiempo de comer flores y saborear cada color
tiempo de toboganes y de esplendorosos pastos
tiempo etéreo, tiempo fugaz
tiempo que vuelve siempre nuevo
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6/2 - El Calafate

Una enorme sensación de libertad
que me llega hasta las mitocondrias del alma
cada partecita de mí se mueve con el viento en los árboles
hasta lograr enrollarme y enrollarme en mí
y retornar en un giro violento e incesante
a los remotos lugares de mis antiguos viajes

y así esperarte
en el tabernáculo del amor
bebiendo un absurdo vino sin alcohol.

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30/1 - El Calafate

Salimos a caminar por la ciudad, vimos artesanías en demasía, una seudohippie vieja -porque tenía el pelo demasiado brilloso como para ser hippie de veras- nos mintió vilmente sobre unas carteras, y después quisimos ir a tomar mate al lago pero el mismo se nos rebeló y empezó a alejarse cada vez más de nosotras, hasta hacernos llegar a sitios intransitables e inhóspitos. Cuando pudimos remotar el camino a la civilización, el lago se complotó con el viento impidiéndonos avanzar y llevándonos a zonas imposibles para tomar mate o simplemente persistir. En el camino ideamos una moción para abolir el viento de la faz de la tierra, con los alegatos de Inés, que versaban sobre la inutilidad del viento, contraponiéndolo a la lluvia, que es justa y necesaria; y con respecto a la polinización, se solucionaría fácilmente con una invasión de pájaros, y si son gorriones mejor porque son unos de los más bellos.
Finalmente terminamos tomando mate en una esquina, lejadas del lago, ¿será una ilusión óptica imperceptible de cerca? O eso, o le gusta jugar a las escondidas, pero se zarpa.
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30/1- El Calafate

Conjugación del verbo FLAYAR, futuro simple, bien simple de verdad

YO flayaré
TU flayarás
EL o ELLA flayará
NOSOTROS la flayaremos
VOSOTROS la flayaráis
ELLOS la flayarán

(nótese que en las personas del plural resulta necesario agregar un artículo femenino que incluya al fly compartido a flayar)
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28/1, saliendo de Necochea. Primero y final.

En el colectivo. Sí, arriba del colectivo, no nos querían dejar subir pero estamos arriba y andando, nos quieren tirar por la ventana en Bahía Blanca pero por ahora, como lo que se dice estar, estamos.

Y la noche nos atraviesa
sacudiéndonos con tiempos veloces
quisiera que toda la gente del mundo esté viniendo atrás nuestro
cantando y aplaudiendo y compartamos
esta felicidad

Me acuerdo de esa nena que para su sexto cumpleaños
pidió una plaza con hamacas para jugar
y mientras lloro ahora en silencio
la invento y la hamaco tan fuerte
hasta que su felicidad la empuje desde mi imagen hacia este lado

(y que sus sueños le permitan seguir soñando)

el lado de la carencia
el de la plaza sin hamacas
pero el lado de los deseos
de los ojos cerrados con fuerza apuntando hacia el cielo

y que sus sueños, cruzados tanto con los míos, nos permitan seguir soñando.
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