VIDA DE CARNE Y HUESO III

las acacias están permaneciendo húmedas
todo el rocío les acaricia el alma y
fuerte el viento se impregna entre sus hojas
para dejarle sus susurros
su cuchichear tan verdadero:

ésta tiene que ser una vida
de carne
y
hueso

si no cómo pueden pretender acaso
más que una terrible soledad en su ser?
cómo podrán envolverse en la tierra tan fresca?
cómo se les ocurre alcanzar a su propio corazón?

si no hay vida
de carne y hueso
no hay esperanza no hay
cercanías no hay
soles que te ardan la piel

se tu piel
se tu piel tiritada bajo el mar
se tus poros erizándose en el sentir
piélate
porízate
carnízate
huésate
y vuélvete luz espesa
tocate toda en tu vida de carne y hueso

sin embargo
esta es una verdadera vida de carne y hueso
sin cofres
sin bancos
sin barcos a la deriva
esta puede ser una vida
de carne y hueso

y que no te retengan tus ímpetus
y que no te cacen las mariposas
y que no te olvides

todo puede quedar como una botella que nunca se encuentra en ninguna orilla
eso es la vida
eso es toda la vida de carne y hueso

PETRIFICADA

remito a aquel mito
en el que la desesperación por ver
desintegró el objeto tan ansiado

y caigo desdoblada en la cueva tan oscura
de la soledad de la soledad

me voy arrastrando por la arcilla
la corteza va endureciendo poquito a poco
hasta que la quietud me vuelva piedra al sol

VIDA DE CARNE Y HUESO

vida de carne y hueso
a orillas del naufragio
hamaca de soledad que se mueve solo con el viento de la tarde
pez empecinado que no cesa de nadar tan firme en su oleaje
marca indeleble ineludible
cicatriz de la vida de carne y hueso

yo no quiero
globos aerostáticos que no bajen nunca
no quiero
una maratón interminable por los capullos inabribles
no quiero
una tempestad que no arranque ningún techo
una voz que no despegue los labios

quiero una lejanía
que esboce un recorrido por las venas
que me roce el alma con su brisa
que nazca pequeños temblores
en cada partecita del cuerpo
de la vida de carne y hueso

no quiero
quedarme escondida entre los arbustos
en las esporas que no transpiran nunca
no quiero
el ovillo que no se teje
no quiero
una soledad que se refugia en lo inalcanzable

quiero
una vida de hueso y carne
un sentir que me muerda la piel
que me desarme todo el esqueleto
que me pulverice en cada exhalación

y volver a la carne
y volver hasta el hueso
y empuñarme todo este cuerpo
para apuñalarme a la vida de carne y hueso

AFLORO

fragilidad azucename
pica tanto el alma
y no me la puedo rascar
se escucha tanto el silencio
y no me puedo dormir
entre las ánimas que sobrevuelan este anochecer
querré saber lo que está en esta incertidumbre
querré buscar lo que ahora no encuentro
querré las antiseñales de las antiantenas de las mangostas
querré ser una hoja plegada que descansa en la madrugada temblando

que erré
que erraré
que seré la herrera de esta soledad
no lo sé
pero el metal se fundirá solo amoldándose en esta prisión del deseo

caléndula
dejame oler el aroma de tu intriga
dejame entrar desde la desesperación en tu espera
dejame embaucarme en cada arrullo de la luna
dejame ser gris y gritarle al viento toda su intensidad

abismo
todo cae con las rocas
y se estampa en el despertar de las magnolias
desperezame
desahuciame
en los gladiolos del dolor
y llevame
con los espantapájaros a los campos que no se espantan
que se quedan firmes en la vigilancia
que cautelan la vida
que protegen cada sombra del desamparo