lunes, 20 de julio de 2009

VIDA DE CARNE Y HUESO ·*· REFLEJO

se mece en la tempestad
se integra allá en el horizonte
gamuzas añejas
gritos de dolor en el viento
todas las golondrinas se exilian en el cielo tal vez
una mirada
recorra
cada
uno
de tus aromas pretéritos

arde
la noche
solo se puede intentar respirar
por la boca de la vida

jueves, 9 de julio de 2009

EN LAS FRONTERAS

entonces claro
una consecuencia puede ofrecerse como las margaritas
y vos pálida inmóvil
en el revés de los días
este reino puede ser
realmente impenetrable

habrá que llamar
al jardinero de tu alma
habrá que apostar
a una remoción
también del cielo

y entonces todo podrá deshojarse
como la tristeza oscura
de las hadas grises

lunes, 6 de julio de 2009

VIDA DE CARNE Y HUESO - DEGLUTIR

brújula intestino
de serpiente el alma no puede sino
tragarlo todo
emberberse de todo
apelmazarlo muy dentro de su existir

no puede alejarlo de sí porque
el alma
las almas
deben
no pueden
sino
vivir

SALPIQUES [de la vida de carne y hueso]

charcos charcos!
la lluvia está triste
hermético el suelo

charcos!
todo vuelve al mismo lugar
y salpica
y pica
lo que pisoteamos descuidados

charcos!
hay que revolcarse muy bien en el barro de la vida
hay que regocijarse mucho con las salpicaduras de los pisotones en los charcos de la lluvia y de la tierra de la vida unidas fundidas y pegándonos en la cara, escupiéndose como resortes de vivires revitados reventados en la frente y el saco

charcos!
un sobrepase más
una empuñadura más
un rebalsarse revolverse más
y más
y de nuevo
una refrescada en la carne y hueso de la vida

REMINISCENCIAS -de pedazos de vida de carne y hueso-

una cuna de fuego violeta
y la dolorosa certidumbre
un embuste develado
silencio
reclaman los bienteveos
paz
que la luz debe alumbrar

calles y la noche
de los párpados caídos y oscuros
callándose y desvaneciéndose

sol
y ocaso
y eso
siempre es sol y ocaso

VIDA DE CARNE Y HUESO-ALEGATO

todo este mundo que tiene tanta belleza
todo este cuerpo que trae tanto sentir
toda esta alma que ofrece tanto avisorar
toda la fascinación del cielo
toda la ternura del ocaso
toda la armonía de la bruma

armémonos entonces, de carne, hueso y sangre y valor
y adentrémonos, sin piedad con furia
a toda la hermosura que pueda tener
esta pequéña vida