AFLORO

fragilidad azucename
pica tanto el alma
y no me la puedo rascar
se escucha tanto el silencio
y no me puedo dormir
entre las ánimas que sobrevuelan este anochecer
querré saber lo que está en esta incertidumbre
querré buscar lo que ahora no encuentro
querré las antiseñales de las antiantenas de las mangostas
querré ser una hoja plegada que descansa en la madrugada temblando

que erré
que erraré
que seré la herrera de esta soledad
no lo sé
pero el metal se fundirá solo amoldándose en esta prisión del deseo

caléndula
dejame oler el aroma de tu intriga
dejame entrar desde la desesperación en tu espera
dejame embaucarme en cada arrullo de la luna
dejame ser gris y gritarle al viento toda su intensidad

abismo
todo cae con las rocas
y se estampa en el despertar de las magnolias
desperezame
desahuciame
en los gladiolos del dolor
y llevame
con los espantapájaros a los campos que no se espantan
que se quedan firmes en la vigilancia
que cautelan la vida
que protegen cada sombra del desamparo